El cartón abajo de la lengua,
el ácido que se disuelve
las pupilas dilatadas
y mi cuerpo que se mueve
al ritmo de la música.

Cierro los ojos y bailo,
mis piernas acá y allá,
mi mente es una,
mi cuerpo es otro.

No existen los problemas,
somos la música y yo.
Me subo y emprendo el viaje.
Nos vemos del otro lado.

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